El pasado fin de semana comenzó el acceso al tranvía en estás tierras que piso. Multitud de ciudadanos del área metropolitana S/C- La Laguna, y de allende las fronteras municipales, quisieron ver de cerca el acto de despilfarro económico (siempre a mi juicio) que es el tranvía.
Empujones, gritos, codazos, malas caras, colas, incivismo. Gracias oh, artífices del tranvía, gracias por usar nuestro dinero, el de los fondos europeos y estatales en el desarrollo de un medio de transporte público que ya habíamos tenido hasta mitad del siglo pasado y que decidimos abandonar. Afortunadamente no se han construido esos dos hospitales para la zona norte y sur de la isla, porque, total, es más lucido inaugurar trenecitos.
Si la locomotora del tranvía es el área metropolitana de Tenerife, en medio estamos todos los ciudadanos de la zona, el vagón de cola, el que va dando por el orto, está plagadito de intereses económicos.
Cada cual que use el ingenio de transporte como quiera. Yo seguiré usando mi coche familiar, Diesel, para ir al trabajo todos los días.
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